Las personas son diferentes y los peces también, se desarrollan en agua dulce o salada y a veces en ambas dependiendo de la época del año. Es por ello que los acuarios se diferencian en dos tipos, los acuarios marinos y los acuarios plantados. Elegir uno u otro limitará, inevitablemente, las especies que podamos conservar.

Primero el verde

El acuario plantado es aquel que exhibe vegetación que nace y crece sobre un lecho terroso elaborado en el fondo de la pecera. Utiliza agua dulce pues no existen plantas, a diferencia de las algas, que sobrevivan en agua de mar. Los acuaristas suelen adosar en la pecera un generador de CO2, ya sea un artefacto rudimentario o de fabricación precisa, con el objetivo de favorecer el crecimiento de la vegetación. Esta posee un metabolismo que requiere de la absorción de luz emitida por la lámpara, de los nutrientes que abriga el sustrato y del dióxido de carbono que exhalan los peces, son un conjunto de factores los que potenciarán el esplendor del acuario. Para sorpresa de muchos existe una inmensa variedad de plantas acuáticas, de todas las formas y tamaños que se puedan imaginar con colores que van del verde a los otoñales (rojo, amarillo y naranja).

La vida en el acuario 

Iluminados bajo una luz blanca los peces nadan entre los rescoldos formados por las plantas acuáticas, estas son utilizadas como instrumentos de desove y refugio. Cuando el desove ocurre el macho procura estar alerta a su alrededor mientras que la hembra deposita los huevos en una o en varias hojas cercanas entre sí. El número de ejemplares que nacen son suficientes para saturar el acuario, ya sea por desgracia o por necesidad, una muy pequeña cantidad sobrevive debido a múltiples factores, como por ejemplo, cambios en los parámetros del sistema (pH, Temp, Dureza, [NH4]+, etc), canibalismo (practicado por otros ejemplares o incluso por su propio padre), o falta de alimento especializado, entre otros.

La vida en el acuario puede llegar a ser muy estresante si se introducen numerosas especies, o peor aún, si esas especies manifiestan no ser compatibles. La compatibilidad se da en dos contextos, el primero referido a las condiciones del medio y el segundo asociado a la naturaleza agresiva y dominante de ciertas especies.

Ventajas

Los acuarios plantados tienen la ventaja de ser más económicos y de requerir un menor mantenimiento. Los elementos que lo componen son tres: una urna, una lámpara y una bomba. De su simpleza se deriva su fácil manejo, tal es así que personas con muy poco conocimiento pueden afrontar las dificultades que se presenten. En síntesis, durante tus vacaciones el acuario plantado tendrá una menor probabilidad de perecer.

Iwagumi

Es un estilo originario de Japón caracterizado por la ausencia de plantas en favor de una gran espaciosidad. El estilo Iwagumi tiene como principal objetivo romper con la simetría, para ello utiliza elementos como la roca o el tronco, el uso de rocas es más común siendo estas de diferentes tamaños y de número impar para acentuar la asimetría. Su disposición en el acuario ubica en el centro a las rocas más grandes mientras que las de menor porte las rodean. Los escenarios que se obtienen simulan entornos naturales como los Alpes suizos.

Estilo Holandés

En contraste con el Iwagumi tenemos el estilo Holandés que implementa una extensa variedad de plantas acuáticas en desmedro del espacio disponible para los peces. Esta tendencia llega a tal extremo que en ocasiones observamos peceras sin peces, debido a que las plantas se llevan todo el protagonismo. Por lo general, los peces que observamos en el estilo Holandés son de un tamaño que no supera los 7 cm. La disposición de las plantas sigue una regla general, las de menor tamaño se ubican en frente, por detrás le siguen las de tamaño medio y finalmente las más altas, lo que se busca es que todas puedan apreciarse. Entre las plantas y los paneles de vidrio hay un espacio destinado a los peces.Tener en cuenta que la masificación vegetal en el acuario demanda nutrientes y mucha luz.

Estilo Jungla

El estilo jungla busca simular el entorno natural de ríos o estanques, se desase de los valores estéticos para favorecer la calidad de vida en el acuario. Utiliza para ello rocas, ramas, troncos pequeños y escasas plantas del tipo flotante. A diferencia de los anteriores estilos este no se preocupa por la proliferación de algas pues considera que el acuario se está autorregulando (es un proceso natural) ya que las algas surgen cuando hay un exceso de nitrato (NO3-), compuesto químico que en concentraciones altas puede causar la muerte de los peces. En ocasiones se utiliza una suspensión que provoca turbidez en el acuario para dar un aspecto más realista ya que en los ríos o estanque el agua rara vez es cristalina.